Esto ocurrió en la cárcel Barra de Grota, Tocantis, Brasil, en donde los presos domesticaron a un ratón para que repartiera drogas dentro del penal.
El ahora conocido como “narco ratón” fue entrenado para que recorriera distancias pequeñas dentro del penal y hacer llegar la droga a los reclusos quienes una vez que la tomaban, devolvían al roedor al piso para que regresara a su origen.
Uno de los agentes se dio cuenta de los movimientos del ratón, quien llevaba las drogas atadas a su cola. Al capturarlo observaron que estaba muy bien domesticado pues aceptaba caricias.
Las autoridades informaron que analizarán los vídeos de las cámaras de seguridad para dar con el recluso que entrenó al ratón.
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